ME LLEVÉ DE UN HOTEL

Hace más de una semana que volví del Caribe Mexicano y aun lo sigo recordando como si fuese ayer. Como si estuviese recién aterrizada de uno de los viajes más maravillosos de mi vida y con una selección de mis fotos favoritas del viaje. Las que mejor definen lo que he vivido durante una semana con Iberostar y con las que me ayudaré a transportaros a la Riviera Maya. A sus playas y paisajes maravillosos, sus margaritas y totopos con guacamole, los atardeceres desde una hamaca rozando la arena con los pies, los momentos de relax en el Spa y mis ratitos de deporte que nunca faltan. Todo lo que #MeLlevéDeUnHotel.

La Riviera Maya es una de las zonas más bonitas del Caribe mexicano, situada en el Estado de Quintana Roo con un apasionante mundo natural. Tiene una increíble barrera de arrecifes, amplias playas de arena blanquecina, fauna y lagunas naturales… Un lujo para el cuerpo y para el espíritu. Pero sin duda, mi perdición fueron sus playas de ensueño. Nos alojamos en Iberostar Grand Hotel Paraíso, un hotel construido sobre la playa, a orillas del mar Caribe, una auténtica maravilla. Desde la terraza de nuestra habitación escuchábamos el sonido de las olas y veíamos las palmeras y el mar tumbados en un columpio de mimbre. Nos despertábamos con una sensación de paz inexplicable.

Los masajes a la orilla del mar al atardecer también se convirtieron en uno de nuestros planes favoritos, y los días de tormenta tropical disfrutábamos de baños turcos en el Spa. Además, el gimnasio del hotel era una auténtica pasada (algo fundamental para mi) y estaba perfectamente equipado. Contaban con el programa Star Fit & Fun Workouts. Un programa de entrenamientos profesional con ejercicios innovadores y horarios flexibles como Yoga, TRX & kettlebell, Kick boxing y Boot camp, entre otros. Este último lo probé el primer día y me fascinó. Cada mañana tenía mi clase para comenzar bien la jornada y luego me relajaba con una sesión de yoga en la playa.

Los desayunos buffet eran una locura. Tenían mogollón de fruta variada y fresca y zumos y smoothies hechos al momento. Además de un apartado gluten free y huevos hechos al momento. Para cenar, el hotel contaba con restaurantes a la carta con cortes de carne americanos a la plancha, parrilla o barbacoa; cocina italiana, japonesa y mexicana.

A Manu y a mi nos encantaba disfrutar de unas frozen margaritas viendo los atardeceres en la playa. Eran impresionantes. También podías pedir cocktails desde el bar que se encontraba dentro de la piscina, donde también había infinidad de camas y hamacas para tomar el sol o leer un libro.

Además desde el propio hotel nos organizaron la visita a Chichen Itzá, la ciudad maya más famosa del mundo y uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán. No podéis ir y no visitarla. Es espectacular como sus oasis Maya conocidos como Cenotes. En ellos parece que te encuentras en un cuento de hadas. Nosotros visitamos el cenote Ik Kil, uno de los más conocidos de la zona.

Desde el hotel salían pequeños autobuses para visitar Playa del Carmen y su conocida 5º Avenida de la que ya os hablé en éste post. Podría seguir contando mil cosas más pero mejor que lo descubráis en este video que os hemos preparado:

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