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MI PRIMERA MARATÓN EN CHICAGO

Solo hace una semana desde que cumplí un sueño que llevaba preparando con mucho esfuerzo e ilusión: Mi primera maratón en Chicago. Os juro que cada vez que recuerdo los 42km y 195m que recorrí bajo la lluvia y el frío se me empañan los ojos, se me pone la piel de gallina y se me dibuja una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando logras algo que veías imposible y que has trabajado con sudor y lagrimas para conseguirlo la satisfacción es tan grande que no puede expresarse con palabras. Si hace cinco años alguien me hubiese dicho que iba a enfrentarme a este reto, no le hubiese creído. Pero a veces crecen en nosotros nuevos sueños. Retos imposibles que van cogiendo forma en la cabeza y que luchas con todas tus fuerzas (y pasión) para conseguirlos.

Lo más duro de correr una maratón es la preparación. Yo empecé a entrenar en junio (ya era un poco justo de timings). Pero fue cuando este sueño loco empezó a tomar forma de la mano de Nike. Empecé a entrenar duro pero con una ilusión inexplicable. Me marcaba distancias y tiempos semanales e iba cumpliéndolos. Alucinaba cuando llegaba corriendo desde el centro de Madrid hasta Somosaguas y cuando descubrí el maravilloso Universo de la Casa de Campo: conejos, patos, La Tapia… Todo esto de la mano de Candela. Ha sido la que me ha guiado en todo el camino. La conocí en abril corriendo la media maratón de Madrid, casi a mitad de camino de la carrera. Y ahora hemos forjado una gran amistad. Tantos kilómetros compartidos dan para contarte muchas cosas…

Corrí en verano en cada uno de los lugares que visité. Sin excusas: Marbella, Italia, Cádiz… Tuve ampollas en los pies que jamás había tenido. Me levantaba temprano para desayunar antes de mis tiradas largas (mis queridos cuñados odian aun el sonido de la batidora de mis smoothies…) y me ponía premios para cumplir mis objetivos: quedadas con amigos o llegar a una playa maravillosa que creía muy lejana. Todas estas vivencias estarían muy presentes en mi cabeza el día de la carrera. Solo hice unos kilómetros dos días antes de la carrera para soltar piernas y una serie de ejercicios de abdomen para fortalecer. Por lo demás, descansé para estar al 100% el gran día. Todo el entrenamiento ya estaba hecho.

La alimentación en esa semana es clave. Es crucial hacer la 5 comidas al día, variar mucho la proteína y tomar todo los grupos de alimentos.  Todo lo que comiese en estos días sería la gasolina de mi cuerpo. El día que fui a recoger el dorsal veía más cerca mi sueño.  Estaba como una niña la noche de reyes. La primera maratón siempre tiene que dar respeto porque 42 kilómteros son palabras mayores.

Preparé mi look deportivo igual que cuando preparaba el uniforme del cole cada noche: top, calcetines, camiseta, dorsal, cinta de pelo, riñonera, geles y por supuesto; zapatillas. Las Nike Air Zoom Pegasus 35 en rosa, mi color de la suerte. Me puse el despertador a las 4 de la mañana pero a las 3.30h ya estaba con el ojo abierto. No podía dormir más de la emoción. Me desperté y me hice el desayuno en la habitación. Compré todo lo esencial la noche anterior, ya que nada estaría abierto a esas horas y tenía que desayunar con tiempo antes de la carrera. Es fundamental para no sentirte pesada, tener “gasolina” pero haber hecho la digestión antes de empezar a trotar. Pan de centeno, aguacate, queso fresco y un huevo duro. Grasa, proteína e hidrato.

En España ya era casi media mañana y empecé a recibir mensajes y más mensajes de apoyo de seguidores, familiares y amigos. Pensé que saldría sola a correr ese día, pero lo cierto es que jamás me había sentido tan acompañada. Corrí con todos vosotros. Estuvisteis presentes en cada zancada de la carrera. Fue increíble. Esperando a salir, un grupo de chicos mexicanos me preguntaban incrédulos “¿corres sola tu primera maratón?” Sentía como si no diesen un duro por mi. Es lo que tiene ser tan menudita. Mi aspecto aniñado y mi cara de emoción les debió sorprender. Así que esto me dio más fuerzas aun para comerme Chicago.

Llovió como nunca, hizo frío y tronó. Pero nada de esto me importó. No me faltó la sonrisa en ningún kilómetro. Era feliz. Mis cascos dejaron de funcionar al principio de la carrera. No podía escuchar las canciones que me habían acompañado en mis entrenos en verano. Así que los tiré y empecé a formar parte de la gran familia que corría en Chicago sin aislarme y recordando en todo momento los entrenos de meses atrás. Una maratón es una montaña rusa de sensaciones. Aunque las piernas sufran mucho, el poder mental es el que te hace llegar a la meta. Me dieron un consejo cuando empecé a entrenar para Chicago: ‘Nunca pienses en 42 kilómetros, piensa de 10 en 10 y mentalmente será más llevadero.’ Así lo hice y ha sido cierto. Las tres C han estado presentes: cabeza, corazón y coraje.

Mentiría si os dijese que el camino hasta llegar aquí ha sido fácil, pero de eso va la vida, ¿no? de superarte a ti misma, de cumplir sueños, de lograr tus metas con sudor y lagrimas. De tirar de ti cuando crees que ya no puedes más. Cuando estaba a 800m de meta, escuché los ánimos de Manu y Chino. Llevaba las zapatillas encharcadas, las piernas cargadísimas y la espalda dolorida de la lluvia y el frío. Y rompí a llorar. Lagrimas de emoción, de satisfacción. Lo estaba consiguiendo yo solita, solo faltaba un último esfuerzo. Me armé de valor de nuevo y aumenté el ritmo. Conseguí mi objetivo: mi primera maratón en menos de cuatro horas: 3:53:08. Gracias Chicago por tanto. Gracias a todos los que habéis vivido este sueño conmigo. A los que seguisteis mi carrera en tiempo real desde distintas partes del mundo. Recordad siempre esto: solo parece una locura, hasta que lo consigues.


Photos by Mordovas

Total Look: Nike Running, Zapatillas/Sneakers: Nike Air Zoom Pegasus 35

12 Comments

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  1. Enhorabuena ! Paula guapa tienes entrenamiento con pesas? podrías compartir con nosotras los ejercicios de tu entrenamiento diario ? porfis !!! te lo pido por que eres la versión viviente de que funciona !! mil gracias besazooo

  2. Me encanta el post! Qué hay que hacer para correr la maratón de Chicago? Me gustaría hacer esta o la de Nueva York pero no sé como inscribirme.
    Muchas gracias! Y sigue así! 🙂

  3. Hola,
    No soy mucho de comentar los posts, pero hoy no puedo ni quiero dejar de hacerlo. Me he emocionado mucho con tu vídeo y con lo que se desprendre de él… Enhorabuena por haber corrido tu primera maratón, sigue así, eres un ejemplo a seguir.

    Besos

  4. Que bonito Paula, he visto tu vídeo y he terminado emocionándome…,
    ¿será porque eres un ejemplo de superación a seguir?
    ¿será porque he visto tu evolución desde el principio de tu blog?
    ¿será también porque presencié como te daban el Premio Tendencias en mi ciudad Valencia, en un evento al que jamás dejo de acudir?
    Pero me dio vergüenza acercarme a conocerte y decirte que soy seguidora tuya.
    Bueno, pues…
    ¡¡¡ ENHORABUENA !!!

  5. Enhorabuena Paula!! Que emoción, llegar a meta !!! Cuando corres no usas pulsometro? Y que hay que hacer para correr una

    marathon como la de Boston? Te apuntas y ya esta? Gracias guapa eres todo un ejemplo!!

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